Pechuga de pollo con pimientos y aceitunas, flameado con cerveza




- 600 g de pechuga de pollo en filetes
- 2 pimientos grandes (uno rojo y uno amarillo para dar color)
- 100 g de aceitunas verdes grandes (deshuesadas y cortadas a la mitad)
- 1 diente de ajo
- Harina necesaria (para enharinar el pollo)
- 1 ramita de romero
- Jengibre en polvo al gusto
- Zumo de medio limón
- Cerveza rubia al gusto (aproximadamente 200 ml en total)
- Aceite de oliva virgen extra al gusto
- Sal al gusto
Primero, ocuparse de las verduras. Lave y limpie bien los pimientos, y luego córtelos en tiras finas. En una sartén grande, vierta un chorrito de aceite de oliva virgen extra y añada un diente de ajo entero (que se retirará posteriormente). Deje que el aceite se caliente ligeramente y agregue los pimientos, salteándolos a fuego alto durante unos minutos y removiendo con frecuencia.
Cuando empiecen a ablandarse, desglase con un poco de cerveza (alrededor de la mitad de la cantidad total), añada una pizca de sal y espolvoree un poco de jengibre en polvo. Incorpore también las aceitunas cortadas a la mitad y desglase nuevamente con otro chorro de cerveza. Tape la sartén, apague el fuego y deje reposar para que se intensifiquen los sabores.
Mientras tanto, pase a preparar la carne. Corte los filetes de pechuga de pollo en tiras anchas y enharínelos ligeramente. En otra sartén, caliente un poco de aceite de oliva junto con un diente de ajo (que retirará una vez dorado), y dore las tiras de pollo por ambos lados hasta que comiencen a tomar color. Agregue también una ramita de romero para perfumar.
Cuando el pollo esté casi hecho, vuelva a encender el fuego bajo la sartén con los pimientos y aceitunas. Añada el zumo del limón y un poco más de cerveza. Deje que se mezclen los sabores brevemente, y luego vierta todo en la sartén con el pollo. A este punto, saltee a fuego fuerte para que se integren bien todos los ingredientes y se unan los sabores.
Apague el fuego, agregue un chorrito de aceite de oliva virgen extra en crudo y sirva caliente.
Un plato colorido, aromático y perfecto para cualquier estación. Puede acompañarlo con pan rústico o con una guarnición sencilla, como patatas asadas o una ensalada mixta. Y si se siente aventurero, sírvalo con la misma cerveza utilizada para la cocción, bien fría.
Para cualquier duda, quedamos a su disposición. ¡Buen provecho!